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El fracaso de Reactiva Perú

Cuando el pasado 3 de abril el presidente Martín Vizcarra anunció el programa Reactiva Perú para apoyar con garantías de créditos a 350 mil empresas, en especial a 314 mil pequeñas empresas, con un monto de 30 mil millones de soles, el empresariado en general y las mypes en particular, al fin vieron que alguna luz salía de un túnel oscuro y fracasado como eran las cuarentenas rígidas.

¿Ha cumplido el mandatario con tan loable propósito refrendado el mismo día por la titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), María Antonieta Alva? Simplemente no, si nos atenemos a la última declaración, en un diario local, del economista Roberto Abusada, y del ex ministro de Economía y Finanzas, Jorge Baca, en una columna publicada el último domingo en EXPRESO.

Si hacemos un poco de memoria, recordaremos que antes de esa fecha, cuando concluyó el diseño del citado programa (por obra de alguna consultora que aún no se conoce), el presidente del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), Julio Velarde, al estar obviamente de acuerdo con el plan de salvataje del aparato productivo nacional, planteó, según fuentes confiables, que la garantía bancaria debería ser por el 100 % de los créditos.

No solo eso, sino que lo mejor sería otorgar de inmediato con una simple declaración jurada para impedir el rompimiento de la cadena de pagos, temperamento que fue parado en seco por el MEF y después por Palacio de Gobierno, adonde Velarde fue invitado, pero nada trascendió de este cónclave.

En esas circunstancias, abogados ligados a empresas como Ántero Flores-Aráoz aceptaron, haciendo de tripas corazón, las nuevas reglas de juego que consistían en cinco garantías distintas y un reglamento restrictivo donde se exigía -como requisitos- un techo de tres pagos anuales de EsSalud, un tope de ventas mensuales y no tener deudas tributarias ante Sunat, con lo cual la mayoría de pymes quedaron fuera de juego.

“Por eso exigir garantías a los prestatarios por importe no menor del 10% del crédito, no garantizado por el Estado, es una buena política de crédito. El empresario no le puede pedir al Estado que confíe en las empresas, si los empresarios no confían en ellas”, atemperó el expresidente del Congreso.

El problema luego se trasladó a las garantías porque estaba de por medio “un programa serio de devolución del capital prestado, más sus intereses”, dijo Flores-Aráoz, quien sin embargo objetó la presencia de Cofide como agente intermediario del Estado.

Todo esto, más la elaboración del reglamento de la ley reactivadora (decreto legislativo Nº 1455), demoró demasiado, mientras se perdían millones de empleos formales e informales, mientras ni grandes ni menos los pequeños empresarios veían que los créditos se desembolsaran.

ONCE SUBASTAS

Tuvieron que pasar varias semanas para empezar a ejecutar el programa mediante subastas que han llegado, hasta donde sabemos, a once.

En esta última se calculó un acumulado del 91% de la primera parte de este programa para las 350,000 empresas y las 314,000 mypes de menos de 10 trabajadores, pero prácticamente la totalidad está dirigida a las grandes empresas, entre ellas las que facturan no menos de 60 millones de soles al año.

Recordemos que el BCRP asignó el 11 de mayo, como carteras garantizadas, 306 millones de soles a una tasa de interés promedio de 1.70%.

Para entonces estaban colocados en todas las subastas un monto de 27,154 millones de soles, a una tasa promedio de 1.09 %, esto mediante nueve bancos, de los cuales cuatro -el BCP, el BBVA, Interbank y Scotiabank- concentraban el 80% de créditos habituales. Le siguen Mibanco, Pichincha, Banbif, Santander y Banco de Comercio.

Otro detalle señalado por los investigadores es que el promedio de las tasas de interés es de 1 % para las empresas grandes y el 4 % en las mypes, lo cual es otra contradicción al anuncio presidencial de apoyar principalmente a estas, en la idea de que representan alrededor del 70 % de la fuerza laboral que también está parada por la emergencia sanitaria del coronavirus.

ESLABONAMIENTOS

En tales circunstancias es que la ministra Alva Luperdi declara que si bien es cierto que no hubo el apoyo prometido a las mypes o pymes, eso se supliría porque hay “eslabonamientos” de arriba para abajo en cada una de las tres fases de la reanudación de actividades económicas y que, además, estaba de por medio un nuevo paquete de 30 mil millones de soles.

Pero la ministra fue más allá. Si bien en declaraciones a La República, al tratar las fases de dicha reanudación de actividades, planteó la posibilidad de ampliar el paquete financiero reactivador del 12 al 14% del PBI, ahora resulta que –el domingo último, en el programa ‘Cuarto Poder’- calcula que la reactivación “más ambiciosa” de América latina, la peruana, debe llegar al 17% del PBI.

CONFESIÓN SINCERA

Si el PBI oficial está calculado en US$ 225,000 millones, eso significa que el 1% es US$2,225 millones, una cifra que al tipo de cambio de 3.40 por dólar, da la friolera de 7,216 millones de soles. Y que 17 puntos del PBI se calculan en US$ 37,825 millones.

¿Esa va a ser la pesada mochila que debe cargar el país, sobre todo nuestros hijos, por la majadería de insistir en más endeudamiento y no reformular el presupuesto 2020, donde están los gastos superfluos, por ejemplo de consultorías, por más de 4 mil millones de soles, entre otros?

No olvidemos que en un programa de un canal de cable el ex ministro de Economía, David Tuesta, días atrás hizo una confesión más que reveladora: dijo que a él lo habían apartado de ese cargo porque se propuso ahorrar el 1% de las consultorías.

De otra parte, cualquier observador nos dirá que un punto del PBI es el equivalente a siete presupuestos del Congreso de la República.

LA TORMENTA PERFECTA

Al margen de la radiografía del programa Reactiva Perú los expertos han diseñado salidas técnicas y despolitizadas a tomar en cuenta.

La rígida cuarentena decretada por el Gobierno puede haber contenido parcialmente la pandemia del Covid-19, “pero su duración ha generado la ruptura de la cadena de pagos, una ola de cierre de empresas, eliminación temporal o definitiva de más de un millón de empleos formales y el colapso del sector informal que emplea más del 70% de la fuerza laboral. Esto representa lo que en economía se denomina un ‘shock’ negativo de oferta”, afirma Baca Campodónico.

Algunos piensan que en este escenario la reactivación será rápida, pero el experto sostiene que no necesariamente seguirá esa hoja de ruta si acaso se producen daños permanentes en la estructura económica que impidan la recuperación.

Si el colapso del sector informal, el cierre de empresas y la desaparición de millones de empleos formales e informales configuran un escenario parecido a la depresión de 1929, reitera, el MEF se equivoca en pensar que sus políticas monetarias y fiscales anticíclicas serán suficientes.

Por lo que las reformas que el Perú tenga que implementar pueden parecer más “a las que se implementaron en el ‘New Deal’ para salir de la gran depresión de los años 30”, escribe Baca.

DOS AGENCIAS

Llegado el caso, que es probable, el país debe considerar la creación de dos agencias gubernamentales para el empleo formal. La primera en el campo, “destinada a la reforestación, sembrío y cosecha de agua, construcción de reservorios, mejoras de canales y sistemas de riego tecnificado, uso de fertilizantes y mejora de semillas, orientadas a generar empleo masivo formal en todos los ámbitos rurales del país”.

La segunda, crear otra “agencia destinada a la reconstrucción de viviendas precarias en todas las zonas urbanas del país” que crearían un significativo número de puestos formales, sobre todo en la eventualidad de un sismo de imprevisibles consecuencias que de todas formas se dará en Lima.

OTRAS PROMESA

La ministra de la Producción (Produce), Rocío Barrios, anunció que el Gobierno planteará cambios al plan Reactiva Perú, después del incremento en otros S/30,000 millones del monto que se canalizará en estos créditos, incluidas las mypes, dijo.

PRINCIPALES BENEFICIARIOS

En la subasta del 11 de mayo las grandes empresas se beneficiaron con una tasa de interés menor al predio (1.28%). Y en las cuatro categorías se han beneficiado con el 86% del total de la subasta.

PREGUNTAS INCÓMODAS

Otro cuestionamiento a la gestión de la ministra Barrios es la exigencia de la formalización de las microempresas. En plena pandemia, los genios del Ministerio de la Producción empiezan a exigir formalización, cuando hace más de 40 años, el Perú sobrevive bandeando crisis económicas con el trabajo informal, afirman.

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