Windows 10 de Microsoft es un sistema operativo que ya lleva en los equipos de millones de usuarios de todo el mundo, más de tres años, cifra que va a en aumento mientras que se van abandonando otras versiones más antiguas del sistema, como sucede lentamente con Windows 7, por ejemplo.
Sin embargo este crecimiento de Windows 10 se está llevando a cabo a un ritmo mucho más lento de los que a los máximos responsables de la firma les gustaría, mucho más lento de lo esperado en un principio. Esto se debe en gran medida al enorme éxito y aceptación que en su día tuvo Windows 7, para muchos la mejor versión del sistema operativo de los de Redmond, que ha habido nunca. De hecho en estos momentos y como prueba de todo ello, decir que pasados más de tres años, las cifras de penetración de Windows 10 y Windows 7 son todavía muy parejas, para «desgracia» de Microsoft.
Curiosamente la firma ha encontrado en casa su mayor enemigo en su afán por lograr que Windows 10 logre obtener la penetración de mercado que estaba marcada desde su nacimiento, llegando a tomar incluso medidas de desprestigio contra su propio software ya anticuado. Pero claro, a Windows 7 le queda poco más de un año y medio para dejar de recibir soporte por parte de la firma, al menos sin pagar, lo que debería ser un punto de inflexión para el crecimiento de la última versión.
A éxito del ya mítico Windows 7, hay que sumarle la desconfianza que Windows 10 ha venido generando entre un buen número de usuarios, desconfianza en gran medida acumulada por la privacidad en cuanto al tratamiento de datos personales que Microsoft ha implementado en el propio sistema operativo. Esto es algo que con el paso de los años no ha parado de generar multitud de polémicas, y eso que esta telemetría ha descendido de manera sustancial en versiones más actuales.
Windows 10 sigue sin tener la aceptación esperada por Microsoft
Microsoft cada vez comete más errores con las actualizaciones de Windows 10
Una de las principales bazas con las que juega la firma para lograr mejorar de modo constante Windows 10, es a base de constantes actualizaciones, tanto a través de las acumulativas que lanza todos los meses en el Patch Tuesday, como las más importantes que se envían cada seis meses. De hecho, en estos momentos estamos a la espera de que se empiece a enviar en unos días la nueva October 2018 Update, mientras que poco antes del verano se lanzó la April 2018.
Estas, como es de esperar, vienen cargadas de nuevas funciones y mejoras a las ya existentes, todo ello para ganar la confianza de los usuarios, y al mismo tiempo atraer a los nuevos.
A esto hay que sumarle que la firma ya está en pleno desarrollo de otra importante actualización que se espera llegue a todo el mundo en los primeros meses de 2019, la que por el momento se conoce como la Redstone 6. Por tanto y llegados a este punto, podríamos afirmar que sí, a Microsoft se le acumula el trabajo de mejora de Windows 10 pero, ¿podría estar esto afectando a la calidad y fiabilidad de los envíos que se realizan en estos momentos?, parece que sí.
Decimos esto porque los errores y fallos que se están cometiendo en las últimas actualizaciones enviadas por parte de la firma para Windows 10 han ido en aumento de un modo un tanto alarmante, como hemos venido comprobando estos últimos meses. Es posible que los de Redmond en su afán por ofrecer un producto mejorado en un menor espacio de tiempo, estén descuidando algunos aspectos más del día a día, como es la mencionada fiabilidad de las contantes actualizaciones que se lanzan, tanto a los usuarios finales, como a los Insiders.
Sirva como ejemplo que la firma se ha visto en la obligación de relanzar actualizaciones que ya llevaban en nuestros equipos varias semanas, además por problemas relacionados con algo tan importante como la vulnerabilidad Spectre, algo que afectó principalmente a la KB4100347 de Windows 10.
Al mismo tiempo, estos días también hemos podido ver cómo la firma con sede en Redmond ha mandado una de sus últimas acumulativas, la KB4457128, sin que esta se hiciese efectiva en los equipos de los usuarios hasta que estos no tomasen cartas en el asunto, todo debido a algo tan básico como problemas con el reinicio del sistema. Pero estos fallos en ocasiones infantiles, en otros no tanto, no se limitan a las versiones actuales de Windows 10, sino que también se están viendo a las futuras, por ejemplo, con la Redstone 6, como los graves problemas reconocidos en la compilación 18237 que hace unos días hicieron llegar a los Insiders.
Es por ello que Microsoft quizá debería tomarse las cosas con un poco más de calma, ya que en su afán por ganar adeptos a Windows 10, están logrando el efecto contrario en algunos casos. Y es que vistas las informaciones de fallos y errores detectados en estas actualizaciones continuamente, son muchos los usuarios que están empezando a esperar unos días antes de actualizar sus equipos hasta que se corrijan los previsibles fallos que se van a encontrar inicialmente, ya que se ha convertido en una tónica.
Y eso no es todo, sino que también podemos llamar la atención sobre el hecho de que, a principios de este mismo mes, la compañía puso a disposición de todo el mundo, una versión inestable de prueba dirigida a su programa Insider, con el peligro para los equipos que puede tener instalar estas versiones de Windows 10, como nos informaron los compañeros de SoftZone.
Es más, para agravar aún más la desconfianza que en ocasiones genera esta firma entre muchos de sus clientes, no podemos olvidar la polémica generada esta misma semana al intentar interrumpir la instalación de navegadores web de terceros como Chrome o Firefox, todo ello para promover el uso de su propuesta, Edge.
Fuente:https://www.adslzone.net/2018/09/16/microsoft-fallos-actualizaciones-windows-10/
